Los relojes no miden el tiempo: síntesis

La realidad física puede entenderse como un conjunto de cambios que no se presentan aislados, independientes, sino encadenados en colecciones causalmente conectadas: los procesos. Los procesos se relacionan entre sí conformando el universo de procesos, una estructura de carácter físico cuya representación formal cabe en el espaciotiempo cuadridimensional. Los procesos serían las unidades elementales de la realidad física y las líneas de universo del espaciotiempo su correlato formal.

Los relojes son procesos repetibles, procesos patrón. Los relojes modernos repiten procesos simples de ritmo mantenido. Son ritmos patrón. Las medidas realizadas con relojes son comparaciones de procesos. La duración es la magnitud física que se determina con esas medidas, que es propia de procesos concretos y puede interpretarse como la longitud cuadridimensional de las líneas de universo que los representan.

La duración es magnitud fundamental. Es invariante, independiente del SR. Es el tiempo propio del lenguaje relativista. Sus medidas permiten conocer la estructura geométrica del espaciotiempo. En ese sentido, la estructura del espaciotiempo es una cronometría. Las magnitudes espaciales serían secundarias y los objetos tridimensionales conceptos auxiliares.

Los procesos son cuadridimensionalmente oblicuos entre sí. Su oblicuidad se percibe como movimiento relativo. Todo reloj mide la duración de un proceso paralelo a él, esto es, en reposo relativo respecto a él. Toda medida de reloj es, por tanto, un tiempo propio. Tiempos propios oblicuos se relacionan mediante las transformaciones de Lorentz.

Los relojes son patrones y, como tales, deben mantener sus ritmos. Todos los fenómenos de desincronización de relojes se pueden explicar determinando con precisión cuáles son los procesos cuya duración miden los relojes que se desincronizan. Esas explicaciones no necesitan contemplar adelantos o atrasos de los relojes ni rapidez o lentitud en el paso del tiempo; ni siquiera se refieren al tiempo, sea el absoluto o el relativo.

Las conexiones de causalidad conducen a propiedades de las relaciones antes/después y de simultaneidad consistentes con la geometría del espaciotiempo. Además, distinguen entre las colecciones de cambios que pueden ser proceso, tener realidad física, y las que no; entre las líneas cuadridimensionales del espaciotiempo que pueden ser líneas de universo y las que no. La frontera entre procesos y no procesos refleja la existencia de un cero absoluto para las duraciones, el límite inferior equivalente al límite superior para las velocidades de propagación de interacciones. Todo proceso dura. La magnitud duración es inherente a las realidades físicas.

El universo de procesos es la realidad física. Los observadores conocemos su estructura a partir de medidas de duración de procesos acabados y eso nos permite anticipar resultados de procesos en curso. Las relaciones de relatividad muestran la coherencia de los puntos de vista de distintos observadores sobre la misma realidad. Los observadores somos procesos internos del universo y no podemos salir de él. Imaginariamente, podemos verlo desde fuera y describirlo como el conjunto cuadridimensional cristalizado de todos los procesos completos, negando así, radicalmente, cualquier cambio. Desde dentro, al contrario, la realidad es el cambio.

© Tomé OCT 2020